miércoles, 18 de septiembre de 2013

"LAS PERLAS DE LA VIRGEN"

Como su título deja entrever, el o los personajes de esta representación pretenden lo inalcanzable. Lo primero que salta a la vista en esta puesta en escena es la disposición del escenario que, como espectador, nunca había participado. Se trata de una orchestra, a la manera del teatro ático, orden que permite el perspectivismo, pues los espectadores no se encuentran frente a la acción, sino que la rodean. Y me parece que a diferencia de las otras representaciones que se han comentado, esta es la que exige una mayor intervención hermenéutica de los espectadores, pues  Las perlas de la virgen es enfrentamiento y perplejidad. Si el espectador se descuida un instante, corre el peligro de perderse en el desierto laberíntico que contiene al protagonista Luis Sánchez quien, cual Teseo, busca recuperar a las “doble sisters”, figuras femeninas que se vienen a significar en las joyas a las que alude el título. 

        Mencionaba  el o los personajes, pues aquel se encuentra dividido en tres más: primero es el viajante, después el merolico, luego el administrador de un bar y finalmente el asaltante; fragmentación que, al igual que el escenario,  permite el perspectivismo e insinúa las alucinaciones que sufre el protagonista, pues se encuentra en el desierto, a mitad de la carretera. Dos son los elementos escenográficos que adquieren el carácter polisémico y multifuncional que refiere B. Dancygier: el baúl y la línea divisoria. El primero, además de intervenir como maleta, funciona como silla, piedra, mesa, podio y taza de baño; por otra parte,  la línea divisoria, se desempeña como lazo y como pasamanos e interior de camión. Y otro elemento importante de esta puesta en escena es la  multimedia de la que se sirve. En techo del foro, son proyectadas algunas escenas de un tráiler en movimiento.




 



Aludía también a la demanda que hacen los actores a los espectadores, exigiendo su colaboración. Esta, sobre todo, persigue que el espectador no esté tranquilo. Algunas veces se le apunta con un revólver, otras se le hace frente y se le amenaza con los baúles, pues por momentos los actores se desplazan con estos de manera vertiginosa. Pero lo más “extraño” ocurre luego de los aplausos: los actores salen del foro, mientras nosotros nos quedamos ahí, estupefactos, hasta que alguien, como en filme de Buñuel,  se decide a salir, pues si no, nos quedaríamos quién sabe cuánto tiempo.

 
 

1 comentario:

  1. Las perspectivas, el reto con la mirada, lo multifuncional de cada objeto, e incluso de cada personaje, y el techo como panel de proyección, son los que considero, los grandes méritos de esta arriesgada puesta en escena. Como dije hoy en clase, yo no entendí y tu post me aclara mucho, pero sin duda volvería a ir, pagar la entrada, y me sentaría en otro lugar para verla de nuevo desde otro punto.

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